Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes de la semana XVI del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Mt 12, 38-42.
Un texto complejo, al menos a mí parecer.
Frente a la insistencia de que haga milagros, portentos admirables, por parte de los fariseos, Jesús les propone lo que Él hace y vive: la escucha de la Palabra. Por eso utiliza el ejemplo de un profeta, Jonás, a quien escucharon los habitantes de Nínive, y de la reina de Saba, que vino a escuchar a Salomón, el rey inspirado por Dios al principio de su pontificado.
Jesús escucha la Palabra, tiene una gran experiencia experimental del Padre, e intenta vivir conforme a Él. Y así se nos revela.
Pidámosle al leer este texto que seamos como Él, personas que contemplemos su Palabra.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco