Las vacaciones de verano nos invitan a pasar más tiempo en familia, con los amigos y también al encuentro con Dios, a tener unos días de calma que nos permitan volver a la rutina con más fuerza. En este tiempo de ocio tenemos oportunidad para visitar el patrimonio cultural de la Iglesia, viajar para conocer otros modos de vida, alimentar el espíritu con lectura y películas, recorrer exposiciones, entretenernos con juegos en familia… o detenernos, sin prisas, en la contemplación de la naturaleza. También son un espacio para mirar en nuestro interior y dedicar algunos momentos del día a la oración.
Precisamente el papa León XIV, desde Castel Gandolfo, su lugar de descanso, recuerda que «a veces no nos permitimos los mejores momentos» y el tiempo de verano puede ayudarnos a “bajar el ritmo”. Por eso, invita a «gozar de tener un poco de descanso, con el deseo de aprender más sobre el arte de la hospitalidad. La industria de las vacaciones quiere vendernos todo tipo de experiencias, pero quizá no lo que buscamos. En efecto, todo encuentro verdadero no se puede comprar, es gratuito: sea el que se tiene con Dios, como el que se tiene con los demás, o incluso con la naturaleza«.
Propuestas para vivir este tiempo libre
En este apartado, apuntamos algunas propuestas para vivir este tiempo libre con un sentido cristiano. La Iglesia ofrece en sus diócesis y, muchas veces con materiales en sus páginas web, numerosas posibilidades. Además, siempre está abierta para quien necesite ayuda durante el tiempo estival.
Exposiciones, música, peregrinaciones, visitas culturales o juegos
Películas y series
Desde «Pantalla 90», revista de Cine de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales, nos ofrecen recomendaciones, tanto de estrenos como para ver en televisión, de series y películas que pueden ser interesantes para disfrutar en esta época de verano.
Tomado de la web de la Conferencia Episcopal Española