Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles de la semana XVII del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Mt 13, 44-46.
Me admira este texto. Tan sencillo, y a la vez, tan profundo.
El primer hombre, encuentra casualmente un tesoro. El segundo está buscando, y encuentra la perlaxde gran valor. Lo que han encontrado merece que se desprendan de lo demás, también valioso, y adquieren algo mucho más valioso.
Jesús vivió su relación con el Padre como un gran tesoro,o una gran perla. Lo emcuents de forma ocasional, e invierte lo que tiene para conseguirlo; buscaba y lo haya; en ambos casos lo consigue, aunque sea dejando atrás otras cosas. Pero sobre todo, lo vive con gozo.
Nosotros, ante el don de la fe, ¿lo vivimos realmente como un tesoro o una perla de gran valor?
Pidamos al Maestro que nos enseñe a cuidar ese gran tesoro.
José Luis, vuestro Párroco