Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes de la XIX semana del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Mt 18, 1-5.10.12-14.
Me imagino que con mucha frecuencia hemos oído este pasaje evangélico. Pero tal vez hoy podamos profundizar un poco más.
Jesús hoy se identifica con un niño. En este momento histórico, el niño «no vale nada». Es una propiedad de su padre, que puede hacer con él lo que quiera y vea conveniente y oportuno.
El Señor se siente «propiedad» del Padre. Y ello le lleva a tomar partido por el más débil y frágil. En este caso, los niños, los indefensos, los que no valen. Muestra la gran comunión entre ellos y el Padre (su ángel, su ser, está viendo.el rostro del Padre celestial).
Por último vuelve a indicar: ha venido a salvar al perdido, al que sufre, porque el Padre así lo desea. No quiere que nadie se pierda. Nuestro Dios es el Dios amante de las personas y de la vida.
Hoy podemos contemplar así a Jesús: es Aquel que se siente en manos de Dios, que desea lo mejor para cada persona, que desea la vida para todos, que está cerca de quien sufre, le busca y le sale al encuentro.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco