Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo XXII del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Lc 14, 1.7-14.
Acostumbrados como estoy a contemplar textos evangélicos de encuentros de Jesús con alguien, o leer parábolas, este texto «choca»: el Maestro hoy «da consejos».
Sin embargo, podemos descubrir una vez más diferentes facetas del Señor.
En primer lugar, el Maestro «ve». Está en el mundo no como una especie de estrella que enseña, sino sondeando y descubriendo lo que está a su alrededor. Está realmente inserto en el espesor de lo real.
A partir de esta mirada de hondura, presenta, en segunda lugar, sus actitudes: el Maestro se presenta, «no compite», y se deja descubrir y reconocer.
Y, por último, vuelve a invitarnos a hacer el bien. Igual hace Él.
José Luis, vuestro Párroco