Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes XXVII del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Lc 10, 38-42.
El Señor Jesús entra en casa de unos amigos, y se deja amar por ellos.
Creo que esta es la revelación que hoy podemos encontrar en este texto: descubrir a un Jesús muy humano, que comparte la vida, que entra en casa de los demás, en su historia, y se deja querer. Acepta con cariño las acciones de las hermanas, valora la atención hacia Él, y estima mucho la capacidad de escuchar y de estar.
Hoy podemos contemplar así al Maestro: estar y acoger. El entra en nuestra casa, y se deja amar.
José Luis, vuestro Párroco