Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles de la semana XXVIII del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Día 15 de octubre, Santa Teresa de Jesús.
Lecturas: Mt 11, 25-30.
Estamos recordando a una gran mujer que supo vivir sintiendo que Alguien muy especial es el auténtico protagonista de su vida, y no ella. Una mujer enamorada que sabe que el Amante y Amado posee plenamente su vida y su persona.
Cuando hoy leamos este Evangelio podemos ver qué en Teresa de Jesús se realiza. Ella es la persona «pequeña», humilde y sencilla que ha descubierto como y quien es el Padre y el amor que brota de Él, ella se deja llevar por el Hijo, encuentra en El alivio y consuelo.
Hoy Jesús se nos revela como el Dios atento a los humildes y pobres, sencillos y débiles, como el camino hacia la vida, al Padre. El da alivio y descanso, es pacífico y acogedor, nos podemos confiar en Él, a ponernos confiados en sus manos.
Pidamos a Dios vivir así, confiados en Él.
José Luis, vuestro Párroco