Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo XXIX del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Lc 18, 1-8.
Como en la parábola del administrador infiel, me choca que aquí también sea un hombre indigno el protagonista. Pero nada más lejos de la intención de Jesús que situarles como ejemplares o modélicos.
En este relato, Jesús se nos revela como aquel que ora e insiste sin desfallecer, como la viuda insiste en que se le haga justicia.
Pero también se nos revela como quien nos conoce, y nos pide que le pidamos que nos aumente y mantenga nuestra fé.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco