Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves de la semana XXX del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Lc 13, 31-35.
Para mí, un texto entrañable.
El Señor ya comienza diciéndonos «al tercer día mi obra se plenifica». Es decir, ante la amenaza de muerte de Herodes, Jesús se revela como Aquel que trae la salvación «al tercer día». Pero, sin embargo y a pesar de la amenaza, el Señor ratifica que va a seguir caminando.
Más aún, a pesar de la gran amenaza de muerte, reflejada en la reprimenda que hace Jesús a Jerusalén sobre la muerte de los profetas, se revela con una gran sensibilidad: se queja de la cerrazón de Jerusalén, y hasta llora por ella: no ha querido ser como el polluelo cuidado por la gallina, sino que ha rechazado a Jesús.
Hoy podemos contemplar así al Señor: el hombre que a pesar de las amenazas cumple con su obra, y desea la conversión, la vida para todos, y que sufre cuando le rechazan.
José Luis, vuestro Párroco
