Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Viernes de la semana XXXI del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
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Reconozco que esta parábola no me gusta nada. Parece a primera vista que el Señor va a alabar al administrador. Nada más lejos.
¿Qué desea hacer el Señor? Ponernos en guardia a sus discípulos: la «lucha» con el mal no es ligera. El mal sabe «jugar» muy bien.
Por ello creo que está parábola es revelatoria: Jesús va a vivir dificultades cuando presenta el proyecto de Dios para el mundo, el Reino. De hecho, morirá víctima del mal de su momento (por ejemplo, cómo los sacerdotes «manejan» a Judas para la traición). Jesús hoy nos muestra esa capacidad del mal, y nos pone en guardia. Pero también nos muestra como es Él: camina como hijo de la luz y la verdad. Hasta el extremo.
José Luis, vuestro Párroco