Lunes VI de Pascua (ciclo C).
Lecturas: Jn 15, 26-16, 4a.
Tener intimidad, conocer en un sentido bíblico, con Jesús y con el Padre, ambos íntimamente unidos, es abrirnos a su propio Espíritu, a su propio ser: el Espíritu de la verdad que nos abre a Dios, y hace posible que vivamos unidos a Él.
En las dificultades, Él es nuestra fuerza. Nos lo recuerda el Señor de continuo: acordaos. No elimina nuestro problemas y dificultades, sino que los vivimos con Él. Como hizo en su Pasión, unido al Padre. Desde ahí los podemos superar.
Hoy podemos contemplar así al Señor: Él que nos da su Espíritu para vivir unidos a Él y al Padre, en íntima comunión. Siempre unidos a Él, mucho más cuando llega la dificultad. Vivirla desde ahí, desde esa unión con Él.
Estemos con Jesús.
José Luis, vuestro Párroco