Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Día 15 de agosto,
solemnidad de la Asunción de Nuestra Señora a los cielos.
Lc 1, 39-56.
En el contexto de contemplar la total glorificación, yo lo llamaría plenitud, de María podemos hoy leer este texto evangélico tan especial: descubrimos como es la psicología de esta gran mujer.
¿Qué es la Asunción? Creo que el dogma nos habla con un lenguaje muy propio de su tiempo… por que ¿donde están los cielos? ¿y que es el alma y el cuerpo?
Creo que la realidad expresada es que María está totalmente glorificada y salvada; ella es la meta hacia la cual nos encaminamos. Los Santos están salvados, pero aún les «queda algo»: la culminación y redención de toda la creación. María goza ya de esa especial plenitud.
¿Porqué goza ya de esa realidad? Lo expresa muy bien el texto evangélico: María ha tenido una profunda experiencia de Dios, el encuentro con el ángel; se siente llena de Él, y le hace falta compartirlo con alguien, con su prima Isabel.
A ella la revela lo que siente: la gran misericordia de Dios que siempre salva y se sirve con nosotros para hacer su obra . Revela que su corazón está lleno de la presencia salvadora de Dios.
Podemos hoy leer este texto, y desear contemplar cómo es María, descubrir cómo es el Dios que sus palabras revelan, un Dios que siempre salva.
Un fuerte abrazo.
José Luis, vuestro Párroco