Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes XXX del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Lc 13, 10-17.
Un Evangelio altamente revelador.
Hoy podemos contemplar a Jesús enseñando y salvando en un día muy especial: el día consagrado a Dios, el día de Dios.
Parece que Dios no desea hacer otra cosa que enseñar y salvar, liberar, dar vida.
A la vez, deja muy claro un criterio del mismo Padre: la persona, el ser humano, está por encima de cualquier criatura, y de cualquier institución, aunque sea divina.
Jesús, nuestro Dios enamorado de las personas, de toda persona, que salva, cura, libera, y llena de alegría, de paz.
Estemos con Él. Él está en nosotros.
José Luis, vuestro Párroco