Para leer el Evangelio: miércoles 2 noviembre 2022

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Miércoles XXXI del Tiempo Ordinario.
Día 2 de noviembre: Conmemoración de todos los fieles difuntos. ‎
‎Lecturas: Jn 14, 1-6.‎

Este Evangelio me sugiere una total intimidad de Jesús con el Padre, tanta que es capaz de prometer la vida a aquellos que se fían de Él.

Si leemos despacio este pasaje evangélico, podemos descubrir esa gran vivencia de Jesús: Él no teme, confía. Se siente amado por el Padre, tanto que «su casa», es la suya, y tanto que promete «una estancia en la casa del Padre», en la misma vida.

A la vez, se siente que es el camino hacia el Padre, la verdad y la vida. Igual que el mismo Padre. Una total comunión con Él.

Podemos leer despacio este Evangelio, y sentir esa llamada a confiar, esa promesa a la vida que nos hace el mismo Jesús, porque El ya ha sentido la misma vida. Ante la certeza de la muerte, sintamos que Jesús nos llama a confiar en Él, en el Padre.

Estemos con Él.

José Luis, vuestro Párroco