Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes I del Tiempo de Adviento.
Lecturas: Mt 8, 5-11.
En este comienzo de Adviento, Jesús se nos revela como el que está y acoge: el Señor estuvo, está y estará entre nosotros, en nuestra vida.
Hoy justamente me quería fijar en un pequeño detalle de este texto evangélico tan bello: Jesús está presente en Cafanaum, un pueblo de Israel, y allí acoge a un hombre no judío, pero un hombre que busca.
El Señor hoy está presente, al igual que en Cafarnaum, en nuestra ciudad, en nuestra vida. Y aquí, Él nos acoge y nos comprende, al igual que acogió a aquel centurión. Por encima de todo.
Podemos leer el resto del texto, muy bello, pero quedarnos en estos detalles: Jesús, un Dios que está, acoge y comprende.
José Luis, vuestro Párroco