Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves I del Tiempo de Adviento.
Lecturas: Mt 7, 21. 34-27.
Jesús hoy se nos revela como aquel cuya palabra y obra están profundamente unidas. No sólo dice «Señor, Señor», sino que vive y hace la voluntad del Padre.
Jesús está asentado hondamente en el Padre. Escucha su palabra y la vive. El Padre es la roca sobre la que cimenta su vida y su ser.
Hoy podemos contemplar así a Jesús: el cimentado en el Padre, que invoca, vive y obra conforme al Padre.
Contemplemos a Jesús. Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco