Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado I del Tiempo de Adviento.
Lecturas: Mt 8, 5-11.
Texto…
José Luis, vuestro Párroco