Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles I del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 1, 29-39.
Un texto altamente revelador. Hoy podemos contemplar a Jesús curando, sanando, enseñando, orando…
El Señor está inserto entre la gente de su tiempo, no deja de moverse entre las personas, busca para llevar la salvación, está unido profundamente al Padre, no deja de obrar…
Hoy podemos leer y releer este pasaje evangélico, visionar a Jesús en su misión y quehacer, admirarle, y sentirle muy cerca de cada uno de nosotros. Pedirle que nos dejemos curar por El.
José Luis, vuestro Párroco