Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
sábado V del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 8, 1-10.
Jesús hoy se nos revela como el hombre preocupado por los demás: ante la realidad del sitio donde está y la gente que le sigue, el Señor presenta tener una profunda lástima. Busca una solución.
Pero lo va a hacer no siendo Él «el protagonista», sino implicando a los que le siguen: pregunta cuánto tienen, les invita a sentarse, incluye a sus discípulos, sirve, y pide servir.
Podemos leer despacio este pasaje, y saborearlo, vivirlo interiormente, estar con el Maestro.
José Luis, vuestro Párroco