Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo de la V semana de Pascua (Ciclo A).
Lecturas: Hch 6, 1-7; Sal 32; 1 Pe 2, 4-9; Jn 14, 1-12.
A mi humilde entender, es admirable este Evangelio, muestra de forma sencilla y profunda como es el corazón de Jesús hacia dentro, una gran unión con el Padre, y hacia fuera, hacia nosotros, como camino, verdad y vida.
El libro de los Hechos nos revela como actúa el Espíritu de Dios: ante un conflicto, busca soluciones.
San Pedro en su carta nos indica «a quien nos acercamos», al Espíritu de Dios, el Espíritu de la vida.
Y el Señor Jesús nos revela como es el mismo Dios: camino, verdad y vida. Jesús es comunión: tener cercanía en el amor con Él, «conocerle», es tener esa cercanía con el Padre.
Y a la vez, El se muestra como el camino para llegar al Padre.
Hoy podemos contemplar así al Maestro: el Dios que desea estar unido a nosotros, y que a la vez es «puente», camino, para llegar a Él.
Leamos este Evangelio, y estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco