Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo semana XII del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas: Jer 20, 10-13; Sal 68; Rom 5, 12-15; Mt 10, 26-33.
Jeremías vive una tremenda experiencia de persecución por buscar la paz en Jerusalem amenazada por Babilonia: todos contra él. Y en esta realidad, el profeta siente la presencia salvadora de Dios. Se siente salvado por Él.
Jesús refleja está fuerte experiencia, y nos recuerda que «somos mucho más que unos gorriones; hasta los cabellos de nuestra cabeza están contados»
Siente y tiene esa gran experiencia del Padre Dios que le acompaña, y le salva.
San Pablo en su carta a los Romanos nos recuerda el gran deseo de nuestro Dios: derrama su gracia que nos libera y nos salva.
Hoy podemos contemplar está gran experiencia del Señor Jesús: Dios el Padre Bueno que nos salva y cuida, que desea que pongamos nuestra confianza en Él. Jesús así lo hizo.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco