Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo semana XVIII del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Transfiguración del Señor
Lecturas: Dn 7,9-10.13-14; Sal 96; 2P 1, 16-19; Mc 9, 2-10.
Son lecturas para contemplar y admirar.
Hoy podemos visionar e imaginar el acontecimiento de la Transfiguración, pero además, podemos saborear las palabras del Evangelio: «Este es mi Hijo, mi amado, escuchadlo»
Contemplar y admirar al Señor.
También podemos saborear las últimas palabras de Jesús en el texto: » No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
Vivir la transfiguración es ya vivir la resurrección: es contemplar a Jesús como el Hijo de Dios, como nuestro Salvador, como Aquel que puede culminar los anhelos más profundos de nuestra vida.
Visionemos y contemplemos a Jesús, estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco