Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes semana XVIII del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas: Mt 14, 13-21.
Es entrañable ir viendo poco a poco como se manifiesta Jesús en todo este pasaje evangélico.
El Señor busca un sitio tranquilo: es tan humano que le hace falta descansar. Sin embargo, ante quien le busca, se deja encontrar. Y se pone a servir y enseñar. Deja atrás su cansancio para ayudar, amar, a los demás. Tiene una profunda compasión.
Por último, preocupado por ellos, les sirve la comida, e implica a sus discípulos en ese servicio.
Un Evangelio para leer despacio, y contemplar, descubrir cómo es Jesús.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco