Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes semana XX del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas: Mt 19, 23-30.
Continuación del encuentro de Jesús con el joven rico.
Comienza con esa frase tan propia de Jesús : es más fácil entrar a un camello por el ojo de una aguja que a un rico en el Reino de los Cielos…
Pero continúa con otra frase que nos puede dar un gran consuelo: Dios lo puede.
Efectivamente, Jesús vive la llamada del Padre a la vida: tal vez el ser humano no pueda acceder a la vida plena, pero nuestro Dios, gran Misterio y fuente de la vida, no deja de invitarnos a la plenitud. Nadie «nos podemos ganar» el don de la vida, pero Dios está deseando «regalarla». Aquí está, creo yo, el gran mensaje de Jesús hoy: tenemos un Dios que nos ama como un Padre, que está deseando darnos la vida.
Por ello, lo que podemos «dar» al Padre, Él, y solo Él, lo puede multiplicar, llevarlo a plenitud.
Jesús lo ha experimentado. Podemos ahora contemplar a Jesús, descubrir cómo Él vive esto, y estar con Él.
José Luis, vuestro Párroco