Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado semana XX del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas: Mt 23, 1-13.
Hoy el Evangelio nos muestra un retrato de las actitudes de Jesús.
La vida de Jesús y sus palabras van unidas profundamente: Él no es como los fariseos y otros predicadores cuyas palabras van por un lado, y su vida por otro. En Él la palabra va unida a su actitud y obrar.
Jesús no llama la atención, no es un objeto de publicidad, sino que es auténtico, sin pavoneos, que libera y camina como uno más, sintiéndose hijo del Misterio que es Dios. Un Misterio que le ama, y que es fundamental en su vida. Un Misterio de amor. La relación con El es suficiente, y llena.
Jesús, el hombre de la verdad, podríamos decir.
Podemos leer este pasaje evangélico, y contemplar al Señor como el hombre íntegro, entero, de verdad.
José Luis, vuestro Párroco