Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves semana XXVI del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Día 5 de octubre, Témporas de Acción de Gracias y de Petición.
Lecturas: Mt 7, 7-11.
Es sorprendente como el mismo Jesús hoy nos propone confiar nuestra vida a las manos del Padre: nos invita a poner nuestras intenciones y proyectos, nuestras esperanzas y anhelos en la mirada de Dios.
Jesús hoy se nos revela como aquel que ha puesto su vida en las manos del Padre; pero también en este pasaje evangélico podemos ver algo de la más profunda vivencia del Maestro: ha descubierto que Dios es tremendamente bueno. Por encima de todo está la gran e infinita bondad de Dios.
Hoy es una fiesta peculiar: al comenzar el curso, y al acabar las vacaciones, la comunidad recuerda todo lo que ha vivido y los dones que ha recibido de Dios, dándole gracias; le pide perdón por sus pecados y faltas; y le vuelve a pedir por sus proyectos y actividades.
Jesús siente que todo viene de Dios, y le confía su vida con una inmensa confianza.
Podemos hoy leer despacio este Evangelio, y contemplar así a Jesús. Cómo Él, pongamos nuestra vida en las manos amorosas de Dios.
José Luis, vuestro Párroco