Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo semana XXVII del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas: Mt 21, 33-43.
Esta parábola refleja una honda experiencia de Jesús. Es, en definitiva, una predicción de su Pasión.
Jesús se siente rechazado por los dirigentes: se dirige a los sacerdotes y ancianos, senadores, del pueblo. Les hace ver que le están rechazando, que rechazan la propuesta del Padre, el dueño de la viña.
Pero también les hace ver que el propietario no busca quedarse la viña para si, sino que busca a quien entregar la fuente de la vida, de la que ambos, labradores y dueño, nosotros y Dios, podemos tener parte.
Jesús se siente enviado por el Padre; nos recuerda que podemos aceptarle o no, pero el Padre desea que demos fruto; somos invitados a colaborar con Él en ese dar frutos…frutos de vida.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco