Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes semana XXXIII del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas: Lc 18, 35-43.
Un Evangelio para visualizar y saborear.
Podemos hoy imaginar cómo el Señor va caminando rodeado de mucha gente, ver al ciego sentado al borde del camino, insistiendo frente a quienes le regañan al llamar a Jesús.
También nos podemos detener en Jesús: cómo yendo entre gente, es capaz de atender a este hombre, que es de los últimos, de los que no valen; como le pregunta, y como escucha. Y como actúa frente al ciego.
Podemos contemplar al Señor, y pedirle «dame capacidad para ir siendo discípulo tuyo, ir siendo como tú»
Leamos este pasaje evangélico, y estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco