Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado I del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 2, 13-17.
Me impresiona la palabr de Jesús frente a Leví:»Sígueme».
¿Qué fuerza tendría el Señor, una fuerza muy diferente de la nuestra, que con tan solo esta palabra mueve a dejarlo todo, y cambiar profundamente?
Hoy no solo se nos revela a Jesús con toda su atracción, sino que Él mismo afirma: he venido a llamar a los que se han perdido. Nadie sobra para Dios.
Hoy podemos contemplar así a Jesús: nadie «no vale» para Él, sino que cada uno somos especialmente importantes, y, a la vez, nos llama sabiendo quién somos. Podemos leer este texto evangélico, y descubrir un día más quién es Jesús.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco