Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo IV del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 1, 21-28.
Hoy el Señor Jesús se da a conocer como quién enseña con autoridad: muestra lo que vive, quién es Él. No enseña lo que ha aprendido a través de otros, sino lo que es Él mismo: enseña con autoridad.
Justamente muestra su autoridad frente al mal: ante un endemoniado (¿enfermo mental?), actúa, trayéndole la liberación.
Hoy podemos contemplar así a Jesús: el Dios que muestra quién es, y lo muestra liberándonos, salvándonos.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco