Para leer el Evangelio: sábado 10 octubre 2020

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Sábado XXVII del Tiempo Ordinario.  Lucas 11, 27-28

Ya comenté que parecía que el Señor «hacia de menos a su Madre». Pero nada mas lejos de su intención. María es de aquellos que le escuchan, y viven. Es la Dichosa por excelencia.

Hoy me gustaría quedarme en su última frase: «los que escuchan la Palabra y la cumplen»

La vida cristiana es un relación íntima con el Dios revelado en Jesús. Todos tenemos experiencias de relaciones íntimas: el matrimonio, la familia, la amistad… Hoy mismo un amigo de hace ya muchos años, ha estado ayudándome varias horas en asuntos de los que él sabe. Madrugó, y vino, y trabajó para mí. Gratis. Eso lo da la amistad, la relación íntima con esta persona. Esta experiencia es muy común, gracias a Dios: la unión, el cariño, que nos lleva a entregarnos al otro.

La vida cristiana es esa relación íntima con el Señor. Podemos tener esa relación en la medida en que escuchamos, no oímos, saboreamos su Palabra, y la vivimos. Contemplar hoy esta Palabra es desear ser de aquellos que le escuchan, que están con Él. Deseémoslo. Vivamos con Él. Dediquemos tiempo a, en silencio, estar con el Maestro, a dejarnos amar por Él.

José Luis, vuestro Párroco