Para leer el Evangelio: miércoles 15 mayo 2024

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Miércoles de la VII semana de Pascua (Ciclo B).
Día 15 de mayo, fiesta de San Isidro, labrador.
Lecturas: Jn 15, 1-7.

«En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: —«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que deseéis y se realizará».

Es la lectura evangélica propia de la fiesta de San Isidro en Madrid.

Jesús hoy se revela como el hombre que está inserto en el Padre. De igual manera, nos invita a estar insertos en Él. Solo podremos tener vida si permanecemos en Él.

Isidro así lo vivió. En mitad de sus limitaciones, vivió en el amor escondido en Jesús.

Por nuestro interior circula la misma savía que la de Jesús, su mismo Espíritu. Él es el árbol, la vida, y nosotros sus ramas, los sarmientos.

Solo unidos a Él podremos tener vida, y dar buenos frutos. Igual que Isidro lo hizo en su tiempo.

Estemos con Él.

José Luis, vuestro Párroco