Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes de la XVI semana del Tiempo Ordinario (Ciclo B).
Día 23 de julio, Santa Brígida, patrona de Europa.
Lecturas: Jn 15, 1-8.
Santa Brígida, siglo XIV, supo vivir este Evangelio: vivió la unión más plena posible con el Señor Jesús. Viuda, con 8 hijos, profundamente religiosa, y en una Europa e Iglesia convulsas, supo vivir unida con el Señor.
Hoy Jesús en este Evangelio se revela como la fuente de agua viva. Solo unidos con Él podemos tener vida, igual que Él está unido al Padre. Igual que vivió Santa Brígida.
¿Qué es la gloria de Dios? La unión de las personas con Él. Por eso la vida de Jesús es una glorificación y alabanza al Padre, porque está unido íntima e intensamente a Él.
Hoy podemos contemplar así al Maestro: en plena comunión con el Padre, llamándonos a la unión con Él, y, por tanto, con el Padre.
Su vida es una gran alabanza a Dios, por su unión con Él. Nos invita a que la nuestra sea realmente una alabanza.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco