Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles de la XIX semana del Tiempo Ordinario (Ciclo B).
Lecturas: Mt 18, 15-20.
Un Evangelio complicado que si no se vive bien puede ser realmente muy cruel y duro, y es fácilmente manipulable para justificar nuestras «malas intenciones».
De mi tiempo de seminario tengo muy malos recuerdos de esta «práctica».
Jesús habla de «hermano», de corrección fraterna…¿Realmente es fraterna, o nos apoyamos en ella para dar salida a nuestras pulsiones?
El Señor vive a los otros como hermanos. Por ello, Él corrige, «ata en el cielo», ora con los demás…así es como hoy Jesús se nos revela: el Maestro, hermano realmente. Jesús sabe amar. Y ama, en verdad.
Hoy podemos leer este Evangelio, y descubrir como el Señor siente a los otros. Pidámosle ir sintiéndolo igual que Él.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco