Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo de Ramos en la Pasión del Señor. Ciclo C.
Lecturas: Lc 22, 14-23, 56.
Un Evangelio largo, muy largo. Toda la Pasión del Señor.
Me gustaría fijarme en cinco de los grupos que intervienen en este pasaje evangélico, y que condenan al Maestro.
A Jesús le condena la autoridad religiosa (los sumos sacerdotes y los fariseos y saduceos), la autoridad civil y política (Herodes y Pilato), las fuerzas armadas o el poder (los soldados), el pueblo, y hasta sus discípulos que le dejan solo por miedo, sus supuestos amigos.
Frente a ellos, Jesús, Dios hecho hombre por amor a la humanidad, se va a mantener fiel hasta el final: morirá como una persona víctima de la injusticia, como tantas víctimas. No va a utilizar su poder como Dios ni ante las tentaciones más fuertes que pueda recibir (bájate de la cruz si eres el Hijo de Dios)
Hoy podemos leer este Evangelio despacio, contemplativamente, y admirar un día más al Maestro. Dejemos que Él nos cale hondamente.
José Luis, vuestro Párroco