Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles de la semana III de Pascua.
Lecturas: Jn 6, 35-40.
Estamos ante un texto muy para contemplar.
Jesús va hablando poco a poco. Se muestra como el pan de la vida, mostrando un deseo fuerte por parte de Dios de salvar.
Jesús se muestra también como quien sirve al Padre (he venido a hacer su voluntad), que a su vez desea acoger, salvar, resucitar…
Nada ni nadie se puede perder, según el deseo de Dios, y el Señor asegura que todo aquel que cree en Él, que confía en Él, será llamado a la vida.
Estemos con Jesús.
José Luis, vuestro Párroco