Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes de la XX semana del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Mt 19, 23-30.
Yo hoy resaltaría dos frases de este texto.
Como indica el texto, la salvación no se puede comprar ni adquirir por nuestros esfuerzos o méritos Dios lo puede todo, y es Él quien da la salvación. Me emociona aquello de Santo Tomás de Aquino, creo: Dios tiene más interés en mi salvación que yo mismo. Tenemos un Dios enamorado de cada uno de nosotros. Por eso, desea ardientemente nuestra salvación y nos llama a ella.
«Recibiremos cien veces más». Es decir, ya en esta vida vamos recibiendo la plenitud. Realmente recibimos de Dios mucho más que lo que le «damos». Es curioso que en mi recorrido me he encontrado con muchos colegas míos…y a pesar de múltiples problemas y situaciones difíciles, la tónica común es un gran enamoramiento y cariño al ministerio. Puede haber todo estilo de sacerdotes, pero como rasgo comun se da el aprecio entrañable del ministerio. E igual he visto en múltiples creyentes de todo tipo: vivir y sentir la fe como un don y un privilegio.
Creo que hoy ante la lectura del texto, podemos contemplar a Jesús como el hombre pleno por su experiencia de fe, sintiéndose amado, salvado, por el Padre.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco