Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Viernes de la semana XXI del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Día 29 de agosto, el martirio de San Juan Bautista.
Lecturas: Mc 6, 17-29.
Uno de los «tres» santos de quiene celebramos su nacimiento y su muerte: Jesús, María y Juan Bautista. Nos damos cuenta por ello de su importancia: Juan Bautista, el hombre coherente hasta el final, aunque aún no haya vivido la plena revelación de Jesús.
¿Qué podemos descubrir en este texto?
Por un lado, la presencia del mal en nuestro mundo: prepotencia, soberbia e injusticia de Herodes Antipas; rencor de Herodias y de su hija… El mal no deja nuestro ser.
Por otro lado, la coherencia y justicia de Juan, su amor a la verdad, su rechazo a la injusticia..
El Señor Dios, sin que lo entendamos, deja que triunfe el mal en este mundo, aunque luego nos diga que más allá, está la plenitud de la ida. Y Juan no se va a perder.
Hoy podemos contemplar la esperanza a que nos invita Dios, y la coherencia de este gran hombre confiado.
José Luis, vuestro Párroco