Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes XXVII del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Lc 10, 25-37.
Un relato para leer y contemplar. Yo hoy os invitaría a leerlo desde las primeras palabras que responde el Maestro de la ley, un escriba o fariseo, a Jesús al repetir las palabras del deuteronomio.
Dice este hombre: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza y con toda tu mente. Y a tu prójimo como a ti mismo».
Son palabras entrañables que podemos saborear despacio, repetir, dejarnos enpapar por ellas…solo desde ellas podemos entender esta parábola: nuestro Dios nos invita a vivir de forma radical el amor. Jesús va por delante, y lo vive Él el primero.
Hoy podemos leer este texto desde esas palabras del Antiguo Testamento: Jesús las vive intensamente, ¿y nosotros?.
José Luis, vuestro Párroco