Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Viernes de la semana XXVIII del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Lc 12, 1-7.
Desde luego que este texto evangélico refleja muy bien la vivencia del Señor: se siente como.un cordero entre lobos, presa de la murmuración y el cotilleo.
Sin embargo se siente muy libre: camina en paz entre la dificultad, sin temor (y repite el «no temáis»). Por último se siente seguro en las manos del Padre: siente que para Él tiene gran valor.
Hoy podemos contemplar a Jesús al leer este texto de esta manera: el hombre que camina entre peligros con la confianza puesta en el Padre.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco
