Para leer el Evangelio: lunes 20 octubre 2025

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Lunes de la semana XXIX del Tiempo Ordinario (Ciclo C).
Lecturas: Lc 12, 13-21.

Nos dice San Francisco de Sales: «Por qué hay tanta gente en el mundo que no piensa, ni parece tener que hacer otra cosa, aquí abajo, que amasar riquezas, adquirir casa tras casa, prado tras prado, viña tras viña, tesoro tras tesoro?

A esa clase de gente es a la que le dice el profeta al oído: «Oh loco, ¿crees que el mundo ha sido hecho sólo para ti?.» Como diciendo ¿Piensas quedarte para siempre en este mundo y no estar en él sino para amasar bienes temporales? Ciertamente que no has sido creado para eso.

Es cierto que Dios ha creado el mundo para el hombre, con la intención de que use todos los bienes terrenos, pero no que los disfrute como si fueran su último fin.

Creó el mundo antes de crear al hombre; pues quiso prepararle un palacio, una morada para habitar, después le declaró dueño de todo lo que hay aquí abajo, permitiéndole servirse de ello, pero no de tal forma que no tuviera ya otro objetivo, pues le había creado para un fin mucho más alto que el hombre mismo»

Hoy Jesús se nos revela en este texto con la mirada puesta en lo alto, puesta en Dios, más allá de todo lo creado.

Este texto nos revela una vivencia muy propia del Señor: por encima de todo, nuestra vocación es Dios, y todo lo demás es ayuda para alcanzar nuestro destino, debería ser ayuda para llegar a Dios. Igual que lo fue para Jesús.

José Luis, vuestro Párroco