Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes semana IX del Tiempo Ordinario
Fiesta del encuentro de María con su prima Isabel
Lecturas: Lc 1, 39-56
No me gusta la palabra «Visitación», aunque sea la palabra más utilizada para referirse a este acontecimiento: el encuentro de María con Isabel.
Ambas mujeres están viviendo una experiencia única para ellas: un embarazo muy deseado en Isabel, y un embarazo muy peculiar en María. Ambas tienen necesidad de contar y expresar lo que viven y sienten con alguien de toda confianza. Por eso se buscan. Dios muy presente en toda experiencia humana, y en el compartir la intimidad y el cariño, también.
Podemos ver en este encuentro admiración, confianza, cercanía, cariño… Muchas cosas buenas, realidades donde Dios se encuentra.
Me gustaría contemplar hoy una de ellas en la experiencia que refleja las palabras de María: » auxilia a Israel, su siervo»
Nuestro Dios siempre nos da auxilio y cariño. Nunca condenación ni miedo. En la medida en que nos acercamos a Él, y nos dejamos llenar por Él, nos da paz, auxilio…se da Él mismo…
Pero, además, Él nos saca de «ser siervos» para ser hijos (si os acordáis, en el bautismo de Jesús, se repite el canto de Isaías: «este es mi Hijo, en quién me complazco», no dice siervo, como escribió el profeta)
Hoy podemos visionar ese encuentro entre María e Isabel, oír su palabras, ver su cariño, y recordar que El siempre nos auxilia, nos da vida, y nos hace hijos suyos.
José Luis, vuestro Párroco