Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes semana IX del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 12, 13-17.
Creo que la norma clásica de separar lo laico de lo religioso está muy claro en texto texto. Igual que el no querer manipular a Dios, y sacralizar el poder justificándolo desde la fe.
Pero me gustaría fijarme en una actitud de Jesús: descubre cómo es nuestro corazón. Él mira de forma diferente a como miramos, y desentraña nuestros sentimientos.
En el caso de los fariseos y heredianos, no se deja manipular. En nuestro caso, nos ve y nos contempla como somos. Y, sabiendo como realmente somos, nos acepta y nos quiere.
Hoy podemos contemplar esa mirada del Maestro…¿cómo me mira?¿cómo te mira?
Desde luego que nunca de forma inquisitiva, sino con cariño y libertad. Dejémonos mirar por Él.
José Luis, vuestro Párroco