Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves semana IX del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 12, 28- 34
Una página bellísima del Evangelio y del texto del Deuteronomio en que se apoya.
Es para leerlo, y detenerse en casa frase, cada idea, cada palabra.
Me gusta apoyarme en la primera palabra de Jesús: «escucha». Es un escucha que, claro, no se detiene en el verbo oir, ni tan siquiera en prestar atención: va más allá: escucha, saborea, contempla, palpa, vive: el Señor ocupa y desea ocupar el centro de tu corazón, porque tu ocupas el suyo.
Siente al Señor como te ama, y como desea ser amado. Como ama la creación entera, y te pide que ames. Si para el Señor cada persona es importante…¿porqué no para mi? Si para Él la creación, cada ser, es importante, ¿para mi?
Mucho más que cualquier ofrenda o donación, mucho más importante, el amor, el desear la vida plena a los demás. Eso es «el Reino de Dios».
Contemplemos este pasaje evangélico, estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco