Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes semana X del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mt 5, 13-18.
Sal y luz.
Es curioso como Jesús elige estas dos imágenes para representar a los discípulos.
No podemos olvidar que los discípulos somos realmente imágenes de Jesús. Luego entonces, estas dos imágenes, luz y sal, son imágenes de Jesús: Él es la auténtica luz y la auténtica sal de nuestra vida: es sal porque realmente cambia el sabor de nuestra vida, la llena de sentido y de paz, de vida plena. Y es luz porque le da un sentido a nuestra vida, a nuestro ser: somos creados por amor, y vivimos para amar, para ser felices o plenos en verdad.
Jesús es realmente la luz y la sal de nuestro existir.
Hoy se nos llama a través de esta lectura a caer en la cuenta de quién es Él, y a desear vivir unidos con Él, para ir siendo como Él.
Las obras y el actuar del Señor demostraron quién es Él. Deseemos que las nuestras demuestren quién somos cada uno: personas unidas a Él. Qué Él habite en nosotros para así vivir en Él.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco