Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles semana X del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mt 5, 17-19.
Acostumbramos a pensar en la ley como unos mandatos a cumplir.
Los judíos tenían esto firmemente arraigado. La ley religiosa nunca se podía dejar de hacer. Por supuesto, me imagino, muchos tendrían un espíritu hondamente religioso, e irían mucho más allá del mero cumplimiento. Pero también quedaba en otros muchos el escrúpulo por cumplir. Hoy también nos pasa con frecuencia.
Jesús va mucho mas allá: no se trata de cumplir, sino de vivir, llevar a plenitud.
Los mandamientos tienen por objetivo ayudar a vivir el encuentro con Dios, no entorpecerlo.
Jesús no abole los preceptos de la ley, sino que vive en plenitud el encuentro con Dios. No se trata de romper o despreciar, sino de vivir lo más auténticamente posible ese encuentro con el Misterio, ese encuentro con Dios.
Jesús es Aquel que vive ese encuentro y comunión en plenitud. Hoy podemos contemplarle como tal, hacerle nuestro, vivirle en nuestro interior, y desear que Él nos cale en toda nuestra profundidad. Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco