Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes semana XII del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mt 6, 12-14.
Un Evangelio hoy bastante difícil de interpretar, más hoy donde, gracias a Dios, reconocemos la presencia de Dios en las zonas alejadas de la vida de fe (para los judíos, los cerdos eran los pagamos, los alejados de la fe judía)
Sin embargo, unida a esa sentencia tan dura, está otra, mucho más próxima y bastante más aceptable, al menos desde la teoría: «tratad a los demás como queréis que ellos os traten».
Si esta idea la mantuvieran nuestros hermanos políticos, otro gallo bien distinto nos cantaría, la verdad… Qué diferente sería la justicia e igualdad en nuestro mundo, en todo nuestro mundo, si los que gobiernan y dirigen las naciones vivieran este ideal…
Jesús es el primero que nos trata como Él desea ser tratado: desde y con el amor. No hay otra forma.
La puerta estrecha no es otra que el amor, que nos lleva a esforzarnos por el bien de los demás, aunque nos nueva hasta la entrega de la vida, como hizo el Señor.
Hoy se nos convoca a contemplar como es Jesús, como Él ama sin condiciones, y como Él desea ser correspondido desde el amor.
Lo demás es «echar lo santo la vida humana, a los cerdos».
Contemplemos al Señor, vivamos unidos a Él.
José Luis, vuestro Párroco