Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves semana XIX del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mt 18, 21- 19, 1
Si nos fijamos un poco, veremos que la propuesta de Jesús es ir siendo como el Padre.
El Evangelio de hoy nos propone como estilo vivir el perdón, fijándonos en Dios, tal y como hace Él.
Hoy me fijaría en la súplica desgarradora del siervo: «ten paciencia conmigo y te lo pagaré». El Señor le escucha, y, sin embargo, ante la misma súplica, el mismo siervo no quiere escuchar.
Jesús propone como gran modelo al Padre.
Creo que para ir aprendiendo a perdonar, el primer paso que debemos dar es ir reconociendonos tal y como somos, caer en la cuenta lo limitados que somos; limitados y pecadores. Sentir que contando con ello, el Señor siempre nos da su acogida y su perdón, porque nos ama tiernamente como una Madre. Como dice la Escritura, más o menos, «¿cómo puedo olvidar al fruto de mis entrañas, si te llevo en la palma de mis manos tatuado?»
Este pasaje evangélico es una llamada más a reconocer ese gran amor del Padre, a saborearlo, y a vivirlo.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco