Para leer el Evangelio: sábado 11 diciembre 2021

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Sábado de la semana II del Tiempo de Adviento. Ciclo C.
Lecturas:
Mt 17, 10-13.

Me gustaría iniciar este comentario con el inicio del Evangelio: «cuando bajaban de la montaña».
Para la mentalidad bíblica, la montaña, el monte, las alturas, los altos, son los lugares del encuentro con Dios. Dios habita en las alturas.
En toda la Palabra, ya sea del Antiguo o Nuevo Testamento, con frecuencia hay una experiencia de encuentro con Dios en la montaña: el Sinaí, el Horeb, el Calvario, el monte de las bienaventuranzas…
El texto hoy nos presenta «bajando» de la montaña (de la transfiguración, concretamente, una fuerte experiencia de Dios), y nos muestra a Jesús encaminado hacia la Pasión, hacia la entrega. Vivir el encuentro con Dios nos lleva al amor, y vivir el amor con frecuencia nos lleva a vivir entregados a los demás, a Dios. En definitiva, vivir el encuentro con Dios a Jesús le lleva a la entrega total.
Pone un ejemplo, Juan el Bautista, el nuevo Elías: por ser fiel a Dios, va a acabar mal. Sabe que el rechazo del plan de Dios por parte de algunos (que coinciden en este caso con los poderosos de ese mundo), un plan de Dios presentado y vivido por Él, le puede llevar hasta la muerte.
Jesús es fiel: no busca la muerte, aunque la pueda intuir, pero es leal y fiel al proyecto del Reino: presentar al Dios Amigo y Amante que desea un mundo de hijos y de hermanos, de iguales. El proyecto del Reino de Dios es que el mundo sea una gran familia, una gran comunidad.
Contemplemos así hoy a Jesús: el hombre fiel y leal.

José Luis, vuestro Párroco