Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves semana II del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 3, 7-12
Podemos hoy descubrir el estilo de Jesús en este pasaje evangélico.
El Maestro busca cómo enseñar: en la orilla del lago, a campo abierto, o prepara una lancha para poder seguir enseñando. Enseña y prepara los medios para poder enseñar.
¿Qué verían en su enseñanza, que acudían de muchos sitios para estar con Él, y escuchar su Palabra? ¿Qué vemos hoy en Él?
Seguimos contemplando su talante, y vemos como cura y salva.
Y por último, vemos que no busca brillar y aparentar (cuanto hay que aprender de Él, nuestros eclesiásticos y políticos, y gran parte de nosotros), sino que actúa, y desde un servicio callado y discreto, realiza la salvación. Sin triunfalismo ni aspavientos.
Podemos leer hoy este Evangelio, volver a descubrir a Jesús, y estar sencillamente con Él.
José Luis, vuestro Párroco